América Latina, ¿independiente?

El darwinismo económico es el actual motor de la globalización. Únicamente aquellas potencias en las cuales su economía es un fuerte depredador podrán subsistir. Este hecho ha llegado a Europa, Estados Unidos, China, Rusia… ¿y América Latina?
La población latino americana tiene algo especial, un sentimiento revolucionario que comenzó a mamar 500 años atrás. A los indígenas de estas tierras no se les preguntó, ni se les dio una sola posibilidad de preservar sus ancestrales culturas. Fueron invadidos, conquistados y humillados por ser diferentes, por tener una cultura propia. Pasaron los años y se les obligo a contemplar sus tradiciones como vestigios de una época culturalmente atrasada y de necedad. Pero no se dejaron vencer. Se enriquecieron y crecieron en un sincero mestizaje. Nunca olvidaron sus raíces, las cuidaron y regaron para recoger generación tras generación los frutos. Aún después de lo que les hicimos no nos odian. Durante la breve estancia que permanecí en México nunca podré olvidar la hospitalidad de sus gentes, y su manera de ver la vida.
Es hora de dejar de pensarnos evangelizadores del capitalismo. No podemos seguir pensando que poseemos la verdad absoluta, debemos realizar una autocrítica de nuestro sistema, debemos aprender de Latinoamérica. En occidente seguimos arrasando nuestro bosque cultural, seguimos comiéndonos el planeta al ritmo de un fórmula 1. Necesitamos frenar en seco y evaluarnos. Sentirnos culturalmente llenos sin necesidad de recurrir a una bandera y una selección de cualquier deporte. Debemos aprender a sentirnos orgullosos de nuestra identidad cultural y preservarla. Es el momento de derribar las fronteras, reírnos de las patrias y admirar a las personas, fauna, lugares: a la vida.

Víctor Gutiérrez Sanz

AyG