• https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq4SetBS5rBw2-r-K2VWiHuYy8lcM6MJ3BmGATGhn1EbHTYFNPlCEoqKkM4_mGS0H0uqnxTd03BubW8ZnN43Rcuhyphenhyphenf6N-S4s9C9xBzeNb9UWTKXoO5buTGN7Bm7-GTY2MNyLX9d_XPa35G/s1600/get_img.jpg

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Paranoia

La naturaleza del mundo tiende al caos absoluto. La dinámica que se sigue es al continuo desorden, la inhibición de reglas y a cualquier forma de regular la continuidad, o mejor dicho discontinuidad, del transcurso de las cosas. Nada se rige por unos varemos, sino por la relación causa- consecuencia.
De este modo, una acción, carente de importancia en un primer momento podría trastornar el entorno de tal manera que la repercusión podría llegar hasta la otra punta del mundo.
Esto, en cierta manera es un razonamiento alentador para aquellos “utópicos” que aún mantienen viva la esperanza de poder cambiar el mundo a mejor, ya que una de esas acciones podría concluir en aquello por lo que tanto luchan.
¡CAMBIAR EL MUNDO ES POSIBLE!

0 comentarios: